Los recursos del planeta no son ilimitados, lo sabemos, pero el modo de vida actual con un rápido crecimiento del consumo además del aumento de población invitan a una reflexión acerca de en qué modo podemos contribuir a la sostenibilidad del mismo.

Conocedoras de ello, las autoridades mundiales cada vez están más concienciadas de que hay que frenar y, en la medida de lo posible, revertir este proceso. Tras regular en primer lugar sobre emisiones industriales y el efecto invernadero, la Comisión Europea propuso después la aplicación de medidas para producir con menos recursos. Se trataba de mejorar la eficiencia de los procesos, desde los materiales que se utilizaban, pasando por la energía consumida en su producción y por los residuos generados durante y al final del proceso productivo.

Podemos comprobar que estas propuestas ya se han trasladado a una mejora real de los procesos industriales, entre ellos el sector del cobre. Diversos estudios confirman, que la demanda de este producto ha crecido exponencialmente desde los años 60. El consumo de cobre refinado a nivel mundial casi se ha duplicado en veinte años, pasando de unos 12 millones de toneladas en 1995 a más de 22,6 millones previstos cuando finalicemos 2015. Pues bien, en 2014 de los 22,89 consumidos 2,1 provenían del reciclaje, un 9%, y es que el cobre es uno de los metales que más se reciclan, según datos extraídos del Instituto Europeo del Cobre y del encuentro llevado a cabo en Lisboa a principios de Octubre por el International Copper Study Group (ICSG). 

La reutilización del cobre permite una mejora medioambiental en dos sentidos: 

  • por el menor consumo de energía en su extracción y la consiguiente menor emisión de CO2 a la atmósfera: los procesos de reciclaje requieren un 85% menos de energía y se emiten 40 millones menos de toneladas anuales de CO2; 
  • por el ahorro del recurso en sí mismo, cuya extracción es limitada. Además el cobre reciclado conserva sus propiedades intactas.

En rmmcia fomentamos la demanda de productos que tienen un buen comportamiento energético y medioambiental, como es el caso del cobre y de sus aleaciones, como el latón. El latón es una aleación compuesta principalmente de cobre y zinc, en proporción aproximada de 60% de cobre y 40% de zinc. En la fabricación de nuestros accesorios y racores manufacturados en latón utilizamos latón de calidad certificada y bajo normativas europeas, como la EN 12165 CW617N que es la habitualmente utilizada para productos manufacturados por estampación en caliente. Y como material 100% reciclable que es, el material sobrante del proceso de fabricación se retorna al ciclo de producción.